Es cierto que podía haber comenzado comentando otros factores anteriores, se hará. Pero por fechas de comienzo de esta página, el hecho relevante de esta semana es la visita de Zelensky a EEUU.
Ha acudido a la Asamblea de las Naciones Unidas con un discurso para evitar el olvido de la guerra y solicitar la implicación internacional en una paz justa. Ya de por sí, esto podríamos entenderlo como un cambio de discurso dejando caer el establecimiento de una zona desmilitarizada como posible solución. Sin embargo la importancia para las elecciones de EEUU es otra.
Lanzó lo que llamó un plan de victoria para el presidente Biden y visitó una fábrica de municiones, junto con varios demócratas, en Pensilvania. Hecho que incluso, Mike Johnson, Presidente de la Cámara de Representantes y republicano, llegó a tachar como un evento diseñado para ayudar a los demócratas en su carrera electoral al mismo tiempo que solicitó a Zelensky la destitución de su embajada en EEUU.
El Presidente ucraniano también dedicó unas palabras contrarias a JD Vance, candidato a Vicepresidente con D. Trump, calificándolo como muy radical en sus puntos de vista sobre la guerra ruso-ucraniana. Puede que Zelensky tuviera razón en sus declaraciones, aunque igual es inapropiado hacerlas en plena carrera electoral norteamericana y en territorio norteamericano.
Con sus observaciones, parece que estuviera favoreciendo a los demócratas en las elecciones de noviembre; pero aunque no lo hiciera, depende de las armas estadounidenses, y dependerá de la Administración que resulte vencedora en noviembre, e incluso del apoyo bipartidista en Washington para seguir contando con ellas.
Trump se burló de Zelensky diciendo que era el mejor vendedor de la Tierra acusándolo de negarse a comprometerse con Rusia; es cierto que estas declaraciones tampoco son muy correctas incluso en el contexto de la campaña presidencial. Por el otro lado, aunque el Presidente Biden y la actual Vicepresidenta, y candidata a presidenta, Kamala Harris manejan un relato más cercano a Ucrania, sus límites y retrasos en la entrega de armas han podido debilitar la defensa ucraniana.
Por tanto, en este sentido no importa quien gane las elecciones en noviembre, lo cierto es que se necesitará seguro un apoyo tanto de demócratas como de republicanos. Y un viaje con estas declaraciones no parecen lo más apropiado para lograr el favor hacia Ucrania.